4/6/10

Curso Abreviado de Jaboneria Rentable: Capitulo III





                            Curso Abreviado de Jabonería rentable
                     Capitulo III;  Cuando el maestro se confiesa.


 Por observar el grano, muchas veces olvidamos analizar la raíz.

Quien a leído  las tonterías redactadas  por mi en el prologo o introducción a este curso abreviado, recordara que mencione a un personaje ficticio, Juan Troglo, quien logro fabricar su propio jabón adicionando a un caldo grasiento cenizas , calizas y otras ramas resinosas.

La resina de pino se conoce como Colofonia, es un terpeno que disocia el jabón dando una lejía espumigena que lava muy bien en aguas duras, la pasta también así lo hace y se empleaba como jabón desodorante.

Vale decir , que aun en la antigüedad, era sucio y hediondo, solo aquel que gustara de serlo o el pobrerío que no tenia acceso a estos bienes de consumo imprescindibles para la salud y el bienestar humano.

Como comprenderán, el jabón liquido no es un invento moderno, a pesar de que se popularizo a partir de 1930, ni siquiera las grasas sulfuradas lo son,  pero no se empleaban en abundancia debido a su tendencia a amarillear las prendas  y oscurecer los metales lavados con productos  de este tipo.

No  solo existe una única forma de elaborar detersivos, ni siquiera componentes imprescindibles, todos pueden adaptarse para convertirse en una lejía cáustica espumigena, ahora que eso de los efectos especiales, como ser, que no dañe la piel, que blanquee los opacos, no desmerezca el colorido, que suavice, que irise, que ensortije, que lave motores, que desengrase pieles para curtido, requiere de una especialización que solo alcanza el jabonero con un sólido conocimiento de las reacciones químicas de los componentes a emplear.

Mucho se a hablado de los do decanos, como el aceite de palma o coco, llegándose incluso a decir que es el verdadero padre del jabón, el conocimiento adquirido nos dice que esto no es tan así.

Habéis visto en imágenes, como he llegado a sulfonar una mezcla de aceite vegetal corriente mezclado con un solvente bencénico, claro es que  previamente necesite convertirlos por hidratación en los alcoholes respectivos, (un detalle que si aun no lo conoce lo veremos mas adelante) haciendo hincapié en que lo importante del procedimiento es alcanzar la temperatura de deshidratación del acido sulfúrico para que el SO3 ataque el anillo bencénico.

Mas allá del exactitud de medida de los componentes, intervienen en las reacciones, presión y temperatura, y en los jabones aun la velocidad de enfriamiento. Los detergentes sintéticos presentan mayores complicaciones aun, por esa razón debe  prestarse suma atención a los procedimientos de obtención, que es donde radican muchos de los fallos del producto elaborado.

Es sabido que los  saponificados, (jabones)  se obtienen por una reacción reversible, ahora bien, al volver atrás en la reacción debimos añadir ciertos productos al saponificado, que tornara a ser una grasa distinta a la del inicio, grasa al fin, pero no idéntica.

En la moderna jabonería, los saponificados se someten a una oxidación severa, para abreviar los tiempos de “curado” que estilaban los antiguos, ( espacio tiempo donde la alcalinidad  se reduce haciéndose tolerable para la piel humana.)
Esta practica trajo el ensayo de nuevos materiales que devolvieran cierto carácter alcalino, imprescindible para tornar a la pasta espumigena, generándose así el detergente sintético liquido y el jabón sintético que hundió en la miseria a los fabricantes de jabones tradicionales.

Un poco después cayeron los productores de Copra, o aceite de palma, pues como verán no es imprescindible y al precio que lo expenden los minoristas del mundo, se los dejo en sus estantes.
Veremos ahora como llegar a producir un detersivo liquido y pasta de jabón con este sistema realizado en laboratorio y que deberán adaptar a planta productora según vuestras posibilidades.

Dada la  variabilidad en la pureza del acido sulfúrico y los solventes
 bencénicos con los que se intente operar, así como la incontable
cantidad de grasas o aceites existentes, proporcionar indicadores
cuantitativos es simplemente vano, cada operador debe experimentar
y hacer sus propios cálculos con lo que tiene a la mano.

Como pueden apreciar en la imagen de una muestra de 200 c.c. del
sulfonado, luego de la decantación del acido gastado, la materia sólida
no ocupa mucho mas allá de la medida para 50 c.c.

Esto nos da la idea de que sumando  alcohol graso, solvente y acido
sulfúrico intervinientes en el procedimiento, obtendremos solo el 25%
de material utilizable empleando aceite de Arroz ( tomad en cuenta que
 al hidratarlo para obtener sus alcoholes su volumen aumenta)

En este ensayo compruebo que el sulfonado no “grita” entrar en
contacto con el agua, tal  como ocurre con el Dodecil benceno producido industrialmente, esta señal es solo indicadora de un exceso de SOaun con avidez de agua que solo forma algo de acido sulfúrico nuevo.

Estamos trabajando con  productos cuyas reacciones son reversibles, el detersivo a elaborar sostiene esta mismo carácter, por lo tanto, con una manipulación adecuada lo conduciremos al punt pretendido al inicio de la tarea.

Las grasa sulfonados se solubilizan muy lentamente en agua, mas rápidamente lo hacen en lo alcalino, procurando obtener un detersivo sintético liquido, ensayamos  una adición de Trietanolamina, que es
posee un carácter de base débil.

El ensayo nos dio una mezcla homogénea, oscura y sin visualización
de asentamientos o residuos, lo que en principio es aceptable, pero
todo detersivo debe juzgarse por sus características en el lavado.

Procedimos a verificar su poder detersivo y espumigeno, aun faltando el ultimo paso que es proceder a realizar una oxidación- reducción del producto así obtenido. 

Comprobando su  ph. notamos que la base alcalina esta alta,
(entre 7 y 8, reconociendo esto por el color azul del marcador de papel)
es necesario entonces bajar esta alcalinidad asta llegar a 5 o 6 donde
la franja azulada se tornara de un verde esmeralda.

Escoger un acido para provocar este cambio, implica la formación de
otros productos dentro de la mezcla, cuyo análisis prolongaría la
pretendida brevedad de este curso, optamos por emplear
Acido Clorhídrico, (Muriático, según los antiguos) con lo cual
alcanzamos el punto de excelencia, teóricamente, lo cual no acredita
que sea lo mejor para el resultado final esperado.

Este ensayo se realizo empleando solo aceite de Arroz, pero en la practica se prepara una mezcla de gorduras que luego de hidratadas para obtener sus alcoholes, se maceran con alcohol etílico para debilitar los dobles enlaces que debería romper definitivamente el
benceno. Los maestros jaboneros antiguos llamaban a esto, la raíz detersiva, argumentando que una buena preparación de la mezcla evitaba la formación de “varillas” refiriéndose a las micelas que no llegan a conformar una capa espumigena
                                                  
En principio, un jabón o un detergente sintético es un emulsionante que consiste en un grupo de cabeza polar (hidrofilico) y una cola no polar (hidrofóbico).
Esta combinación de características inherentemente incompatibles en una molécula lleva a una fuerte tendencia por parte de estos compuestos a auto conformarse generándose las llamadas micelas en varilla.
La tendencia de un emulsionante a seguir este proceso para formar micelas en varilla, (escasa o ninguna espuma) está determinado por su concentración micelar crítica, lo cual a su vez es una función de su solubilidad en el agua. (exceso)
Este comportamiento se verifica al ensayar el lavado y suele empeorar al diluir en agua una composición que sabemos perfectamente soluble, basta adicionar un poco de alcohol etílico para verificar que la formación de micelas esféricas es posible, pero  el alcohol  no es la solución al problema.

Cuando se presenta este inconveniente, muy frecuente en preparaciones donde escasean las cadenas de 12 o 14 carbonos, ( aceite de coco o palma, etc. y que es propio de  la alquilación) debemos añadir un emulsionante que colabore en la formación de micelas esféricas, dado que las de formato “varilla” resultan inoperantes en la tarea de secuestrar la suciedad desprendida por el zarandeado y refregado de las piezas lavadas.

Se añade  de acuerdo al peso total del detersivo,  de 1 a 6% de emulsionante, los cuales existen en todos los mercados con  composiciones y marcas diferentes.

En el reino vegetal existen dadores de puentes  que bien funcionan como emulsionantes, se les conocen como Amoles,  en America, químicamente lo mas similar seria la N-propil-Betaina, otra alternativa es el empleo de coco-amido-propil Betaina.

El Genapol LRO, funciona bien para esto, pero así como otros tantos, no están presentes en todos los mercados, es mas, en muchos casos su costo es exagerado.

Como bien comprende el lector, deberá arreglar este problema , con lo que halle en el mercado o aprender a producir alguno similar que se acomode a su formulación propia.(Bueno, también existen los muy listos que emplean como emulsionante un poco de detergente del mercado, al igual como se hace con el vino nuevo que se compone con vino añejo. Cuando logre arruinar a su competidor, no imagino como se las arreglara, pero reconozco que el truco es valido.)

Solucionado este tema, solo resta diluirlo en agua pura, adicionarle una viscosa que también funcione como espesante para retardar la fuga del detergente con el agua del enjuague (Carbocol, CMC, etc.) colorante y fragancia a gusto del elaborador

La otra opción para producir un detergente liquido es emplear el éter lauril sulfato de sodio generado a partir de la neutralización con hidróxido sodico, en lugar de Trietanolamina, de la misma mezcla  sulfonada que preparamos en el inicio

El Acido Benceno Sulfónico, con el Hidróxido Sodico forma sales
Solubles cáusticas mas poderosas que las de la Sosa empleada
en dicha operación, que genera el éter lauril sulfato, este sobrenada 
en el laurilo, que es una mezcla de lejía cáustica  y ácidos grasos
que escapan de la reacción.

Se decanta el Lauril sulfato del Laurilo, procediendo luego a librar de
impurezas  a la pasta así obtenida lavándola en salmuera primero,
luego en agua pura al igual de lo que se opera en la elaboración del
jabón tradicional.

En realidad es mas apropiado para la elaboración de jabones duros
del tipo pastilla o polvos de lavar, pero lo encontramos en muchos
detersivos líquidos de uso corriente, acompañados por un
conservante que evita su descomposición debido a que al disolverlo en agua,
tiende a descomponerse por putrefacción.

Como se comprenderá, para elaborar un detersivo liquido rentable, los procedimientos deben ser breves, con bajo costo de mano de obra, materias primas de bajo costo y dado que estas reacciones son reversibles es posible someter al Éter Lauril Benceno sulfonado, conjuntamente con su Laurilo, a una oxidación-reducción drástica, que lo retrotrae a el aspecto de un liquido oscuro un tanto mas diluido que al de su origen.

A diferencia de la primera experiencia, esta vez neutralizamos el Sulfonado con Hidróxido Sodico, luego lo reducimos drásticamente con Acido clorhídrico, asta convertirlo en un liquido oscuro y sin corpúsculos espesos.

Para estabilizarlo en esta opción, empleamos Trietanolamina, logrando así obtener un detersivo mas poderoso que aquel  de la primer ensayo, y también del segundo. La mezcla tornara a clarear y a presentarse homogénea, a pesar de que toda comprobación en jabonería se confirma luego de 24 horas.

Esta es la base de cualquier detersivo corriente y biodegradable, ahora bien para lograr que se torne cristalino lo oxidamos aun mas con el Nitrógeno de la Urea, que libera Biuret y Amoniaco al ingresar en la composición, un exceso de este producto se presentara como una nube de agujas de Amoniaco  no integrado que deben decantarse por inútiles.
Las adicciones siguientes como el EDTA, un de iones secuestrante de iones metálicos, mas destinado a atacar el agua del enjuague que a los de la composición.

De las tres opciones que les he presentado, se deduce que la mas rentable es la de aprovechar el Laurilo y el Ester Lauril Sulfato como un conjunto, empleando algún emulsionante para mejorar su generación espumigena si esto hiciera falta.

Salvo características especificas, las gorduras vegetales o de origen animal, sirven todas para producir buenos detersivos. (la fragancia particular de los sebos o aceites, perdura a pesar de las modificaciones a las que se le someten.)

Una composición conocida internacionalmente como Detersin-K, y su homologa, Detersin CR, son empleadas en muchos países como base detergente en la elaboración de variantes para fines similares, en ambos casos se apela a la Urea para darle cristalinidad, en el caso del Detersn-K, oficia como espesante algo de sal común.

En el Detersin-CR, el espesante es el CMC, pero además incluye dos desinfectantes, el Triclosan y el Cloruro de Benzalconio.
En algunos casos el Cloruro de Benzalconio puede oficiar como emulsionante, empleado en porcentaje muy bajo.

No son estos productos otra cosa que variantes  de  los procedimientos descriptos anteriormente

Lo que sigue después depende del arte del operador, filtrado, espesamiento, color, perfume, etc.

“Asta aquí llegamos con las explicaciones”, dijo cerrando su cátedra el Maestro Gato a su discípulo el Tigre, que algún tiempo después, considerando que todo lo que se movía era fácil presa de sus garras y saltos de buen felino se atrevió a abalanzarse desde las alturas sobre su antiguo maestro.

El tigre estrello sus narices contra el suelo, pues el gato salio del mal trance ejecutando un salto hacia atrás y luego el frustrado cazador se quejo; -¡Maestro, ese salto, nunca me lo enseñaste!-

-¡ Si te hubiera enseñado todo lo que yo aprendí, ya seria historia, el alumno supera al maestro solo con mucho mejorar lo aprendido.!
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